La derogación del delito de sedición en el Código Penal es un paso más en los acuerdos del PSOE/PSC con ERC. Resulta amoral que los condenados por un delito pacten su desaparición con el Gobierno para su exclusivo beneficio, es lo que hay. El nuevo delito de desórdenes públicos agravados no parece aplicable a los actos cometidos por los condenados o huidos; pero lo que hicieron, intentar levantar fronteras destruyendo la convivencia, no debería ser exonerado.
Tampoco la mejora de la convivencia es fruto de las cesiones del PSOE, sino del fracaso efectivo del plan separatista y la constatación de la gran mentira vendida a sus seguidores: ni había mayoría social, ni estructuras de estado, ni reconocimiento internacional, ni estabilidad económica.
Los indultos, imposibilitar un 25% de español como mínimo en la escuela y ahora eliminar el delito de secesión, no han tenido ningún tipo de compensación desde el nacionalismo, ni tan siquiera el acatamiento explícito de la Constitución o el reconocimiento de que el futuro de España lo debemos decidir todos los españoles.
¿En qué nos afecta a los ciudadanos de Cataluña y a los espluguenses? Primero, la angustia, los enfrentamientos, la huida de empresas y ahorros que se produjo en octubre de 2017 pueden volver a producirse. No hay renuncia a ello por el separatismo y esta vez sus lideres no podrán ser acusados ni condenados por sus actos, más allá de las penas irrelevantes que se derivarían de la desobediencia a los tribunales. Segundo, la escuela bilingüe en catalán y español para nuestros hijos ha quedado proscrita, con lo que supone de perjuicio para los procesos de aprendizaje, sólo el recurso presentado ante el TC podrá evitarlo.
Ante esto, creemos que es clave que en las próximas elecciones el PSOE/PSC sea desalojado del Gobierno, y que se construyan nuevas mayorías que garanticen un proyecto nacional, refuercen el estado de derecho y encaucen la economía de nuestro país, comido hoy por la deuda y la inoperancia.
