El del Centre es un barrio que hace honor a su nombre y que asume el papel que la historia le ha dado como una de las zonas dinamizadoras de la ciudad. Los grandes ejes viarios y de actividades son la avenida de los Països Catalans, la avenida de Cornellà y las calles Laureà Miró y Àngel Guimerà. En torno a estos tres últimos se concentran algunos de los servicios públicos de la zona.
La avenida de los Països Catalans, vía de acceso a los barrios de Ciutat Diagonal y Finestrelles, y camino hacia Barcelona, centraliza una de las actividades económicas más importantes de la zona, con la presencia de varias de las principales empresas de Esplugues, Nestlé España SA, Cobega, SA y una buena representación del sector de la automoción, así como un área donde la enseñanza es el protagonista, con la presencia, en la calle Sant Mateu, de la Escola Garbí, el IES Joanot Martorell, la Escuela de Artes y Oficios, y el Instituto Blume para deportistas de élite, que depende de la Residencia Blume, también en la zona. Cabe destacar la presencia, igualmente, del Consell Català de l’Esport y las instalaciones del Antiguo Instituto Nacional de Educación Física.
Orígenes:
El nacimiento de un núcleo de población en la zona ocupada ahora por el barrio del Centre data del siglo XVIII, a raíz de la construcción de la carretera Real. Hasta después de la Primera Guerra Mundial, el crecimiento fue muy pequeño. La llegada de nuevos ciudadanos y ciudadanas, tanto de otros municipios catalanes como de todo el Estado, supuso su posterior desarrollo y el nacimiento de otras barriadas.
El barrio del Centre, como núcleo establecido, ha vivido el crecimiento de un municipio que ha pasado de agrícola a industrial y ahora residencial; y de estar lejos de Barcelona a estar enganchado. El barrio contó con los primeros comercios del pueblo; vio pasar los carros de caballos primero y los coches después; y ha visto evolucionar el transporte público, desde las viejas diligencias, primero, y las tartanas, después, de la familia Astals, hasta los modernos autobuses y el tranvía de hoy en día, entre muchos cambios que escriben la historia de una ciudad que ha multiplicado por 11,71 el número de habitantes desde 1950.